viernes, 3 de julio de 2009

¡Vacaciones!


Imagina que estás corriendo un maratón. Para los que lo hayan corrido alguna vez no será difícil rememorar las sensaciones, los que no lo hayan hecho nunca pueden imaginar cualquier cosa con tal de que resulte extenuante y agónico. Imagínate corriendo, decía. Vas llegando al kilómetro 38, o eso crees. Estás muerto, hundido, deshidratado, el tío del mazo te ha dado bien y cada paso es un suplicio. Solo te consuela la proximidad de la meta, el fin de la tortura. A lo lejos ves el cartel que indica el punto kilométrico. Te vas acercando intentando fijar la vista en los números, cuestión difícil ya que el cansancio y el sudor que cae por tu frente lo impiden. Por fin fijas la mirada y, ¡horror!, no es el 38 sino el 36. Te quieres morir, pero de verdad. Esta es la sensación que busco explicar y no se me ha ocurrido mejor forma.

Esta semana he estado a punto de tener que retrasar mis vacaciones 15 días. No parece mucho, pero cuando llegas a este punto tan hastiado del trabajo, y de todo lo que lo rodea, cualquier prorroga parece un mundo. Finalmente la sangre no ha llegado al rió y me voy de vacaciones, hoy mismo. Como se dice vulgarmente: me huele el culo a playa.

Serán solo dos semanas pero qué ganas tengo de que empiecen. Van a ser 15 días de cuidado de gemelas en sesión continua y solo. Miedo me da. Siempre queda la opción de apretar el botón del pánico y esperar que mi suegra venga al rescate. Espero que no haga falta.
También habrá tiempo de entrenar un poquito, a horas intempestivas, incluyendo un entrenamiento/cena con todo el equipo en La Vallesa. Incluso puede que, si logro cuadrar los horarios, me anime a correr alguna carrerita popular.

No estaré en casa estos días y no pienso aproximarme a un radio de 25 km de la oficina así que, por falta de conexión, este blog quedará abandonado un par de semanas. No creo que pueda ni siquiera contestar los miles de comentarios que, sin duda, esta entrada generará. No obstante podéis pasaros por aquí cuando queráis a comprobar que todo sigue bien y, si os apetece, regarme las plantas y recogerme el correo.

Para los que, como yo, empiezan sus vacaciones: enhorabuena y disfrutad. Para los que aún tendrán que esperar: paciencia, todo llega.

Nos vemos a la vuelta cuando, seguramente, os hablaré del Dúo Dinámico.

Para terminar, y sin que venga a cuento, me gustaría contaros que esta mañana he salido a correr, tempranito, por las afueras de mi ciudad, entre casas de campo y naranjos. Habré estado cerca de una hora y, por primera vez en una larga temporada, no he tenido ninguna molestia en el pie. Era tan pronto que, cuando llevaba cerca de veinte minutos corriendo, he visto amanecer. Debo decir, aun a riesgo de contradecir lo que expuse aquí una vez, que hay días en los que salir, simplemente, a correr por correr es una puta gozada.