tag:blogger.com,1999:blog-36332079418011229252024-02-07T04:55:48.337+01:00EL QUINTO GOONIEGARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.comBlogger36125tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-60055090094137343182012-11-21T16:15:00.000+01:002012-11-21T16:15:52.721+01:00Exorcismo<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Son
las 5:55 de la mañana del día de mi cumpleaños. 37 años. Mi hija me despierta
porque quiere ir al baño. La acompaño y la devuelvo a su cama. Ya puestos
decido quedarme en pie porque, a pesar de ser domingo, quedan solo un par de
minutos para que suene mi despertador. Hoy corro un Maratón y me gusta
desayunar tres horas antes de la salida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hace
tiempo que no siento tanto miedo ante la perspectiva de ponerme en la salida de
un Maratón. Han pasado más de dos años desde mi última vez, Berlín 2010, y el
año pasado abandoné la preparación por unas molestias físicas y porque, para
ser sinceros, no me sentía preparado para afrontarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Esta
mañana las cosas empiezan a torcerse desde bien pronto. Si decido madrugar
tanto es para que me dé tiempo a desayunar con calma y, sobretodo, a ir al baño
las veces necesarias para sentir el cuerpo ligero. Hoy eso no funciona. No voy
y me siento hinchado y pesado. Además ayer cené demasiado y me lo reprocho
mentalmente: a veces pareces nuevo en esto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Salgo
de casa con tiempo y el cielo está, contra todo pronóstico, despejado. Parece
una buena señal aunque luego no lo será tanto. Llego a Valencia. Aparco el
coche cerca de la salida y me marcho hacía la zona que tiene la organización
habilitada como guardarropa. Se me hace rara la cantidad de gente que hay. El
censo del Maratón se ha triplicado y, además, se corre en paralelo una carrera
de 10 kilómetros lo que hace que a esas horas 15.000 personas ronden la zona de
salida. No conozco a nadie. No veo camisetas de clubs conocidos de la zona, los
que solían estar en las salidas de otras ediciones del Maratón. Están allí, por
supuesto, pero se pierden entre la multitud de corredores, muchos de ellos extranjeros,
que se han dado cita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Lo
peor de todo es que no localizo a nadie de mi club y tenía ganas de verlos. La
carrera a pie, porque lo que yo hago no es atletismo, no es un deporte
individual, al menos no para mí. En un rato voy a tener sobrados motivos para
reafirmarme en este pensamiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por
fin, cuando ya me dirijo a calentar, localizo a dos compañeros. Paco y Richard
llevan idea de rodar a un ritmo similar al mío. Más lentos que mis pretensiones
iniciales pero muy acordes con la realidad de mi entrenamiento. Un momento
después nos cruzamos con otros tres, Fernando, Rafa y Jorge, que nos saludan
con prisas porque ya están trotando. A nosotros apenas nos da tiempo a trotar y
estirar un poco antes de encajonarnos para la salida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los
nervios aumentan. Después de mucho tiempo me veo en la salida de un Maratón.
Vuelvo a tener la piel de gallina y me emociono. Aún no he empezado a correr
pero estoy seguro de que mi pulsómetro, si lo llevara puesto, marcaría un
número de pulsaciones exagerado. Por fin se da la salida, pero es en falso. El
disparo de una traca ha provocado que los primeros atletas salgan y ahora hay
que volver atrás. No es fácil hacer retroceder a tanta gente pero se consigue.
Los corredores bromeamos. No sé porqué lo harán los demás pero yo no puedo
callarme cuando estoy nervioso. A mi lado una mujer joven, no me preguntéis
porqué pero sé que es extranjera, se pone en cuclillas, se aparta a un lado la
tela del pantalón corto y orina. No puedo reprochárselo, si yo pudiera haría lo
mismo. Por fin se da la salida buena y empezamos a correr.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Tengo
la sensación de que para muchos de los que me rodean esta va a ser su primera
maratón. Hay muchos nervios, la gente no para de cruzarse con el consiguiente
riesgo de caídas y muchas veces es para intentar recortar subiéndose a una
acera ante la proximidad de un giro. Parece que estemos en una Carrera Popular
de 8 kilómetros y me temo que muchos de estos corredores pagarán al final estos
excesos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Al
fondo veo el globo de un práctico. Poco a poco lo alcanzamos, sigo corriendo
con mis compañeros de equipo, y me sorprendo al ver que es el que debe acabar
la carrera en 4 horas y media. Para ir bien yo debo rodar entre los prácticos
de 3:15 y 3:30.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Llegamos
al kilómetro 5. Mi ritmo de carrera es bueno, entre cuatro minutos cuarenta y
cinco y cuatro minutos cincuenta por kilómetro, conservador para mis
pretensiones. He adelantado a los globos de 4:30 y 4:00 y me encuentro justo
detrás del de 3:30. Estoy ansioso por adelantarlo, lo noto. No me gusta correr
tan rodeado de gente, los avituallamientos pueden ser un caos en estos casos.
Aprieto un poco el ritmo y me pongo por delante. Ya voy solo, mis compañeros
han preferido quedarse en el grupo. A partir de ahora, pienso, se trata sólo de
mantener un ritmo cómodo y dejar pasar los kilómetros hasta el momento en que
empiece de verdad el maratón, allá por el kilómetro 32.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Poco
después empieza a dolerme la rodilla, el tendón rotuliano. Lo sé porque es una
lesión que ya he sufrido hace años. Para ser sinceros lo esperaba. Esta semana
he entrenado con dolor. Empezó el miércoles por la noche y se repitió el
viernes. Demasiado tarde para atajarlo con un masaje. Lo único que se me ha
ocurrido ha sido colocarme una cinta presionando la rodilla a la altura del
tendón, evidentemente no ha funcionado. No pasa nada, me digo, hay que aguantar
el dolor como tantas otras veces y tal vez en unos kilómetros desaparezca como
ha hecho en algunas de esas ocasiones. Recuerdo el lema que leí el día anterior
en una camiseta durante la recogida de dorsales: “El dolor es obligatorio, el
sufrimiento es opcional”. A partir de ahora creo que voy a tener bastante de
ambos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Llegamos
al kilómetro 10 y me he acoplado a un grupo de gente que conozco de vista.
Llevan intención de rodar a 4:50 el kilómetro y creo que, en mis
circunstancias, es un buen ritmo. El dolor de las rodillas aparece y
desaparece. En ese momento entre el público alguien grita mi nombre, me giro y
veo a otros tres compañeros de club que han salido a animarnos. Sus gritos me
provocan un subidón de energía, levanto la cabeza, alargo la zancada y corro
algo más fluido. Los misterios del corredor, no solo son piernas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Observo
una escena curiosa: un corredor nos adelanta por la derecha mientras otro, que
corría tras él, le increpa por cruzarse. El primero responde a su vez en voz
alta y sigue adelante. Menos de 10 segundos después se vuelve, extiende la mano
y pide perdón. El primer corredor acepta las disculpas y no hay más que decir.
Pienso que esto sólo puede verse en un Maratón y reprimo un grito de ¡Que se
besen!. Me parece mentira seguir teniendo ganas de broma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Al
paso por el kilómetro 15 empiezo a notarme bajo de fuerzas y esto ya no es
normal. Hace mucho calor y la humedad es muy alta. He sudado mucho y esto ha
provocado que el roce de la zapatilla se transforme en una ampolla. A cada paso
duele. El dolor de rodilla se ha instalado definitivamente y va en aumento. El
grupo en el que iba se ha disgregado y empiezo a pensar en lo largo que se me
va a hacer el Maratón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
el kilómetro 20 ya sé que no voy a terminar la carrera. El muro ha llegado.
Demasiado pronto, lo sé. El Maratón, para mí, siempre ha tenido una fase de
sufrimiento pero esta nunca ha comenzado antes del kilómetro 30. Hasta ese
momento ha sido una fiesta, un rodaje entre amigos a velocidad de crucero dejando
pasar los kilómetros sin apenas darme cuenta. No ha sido así esta vez, no he
estado cómodo en ningún momento, no he disfrutado, no he encontrado mi ritmo
por muy lento que he intentado rodar, aun habiendo bajado mucho el ritmo en los
últimos kilómetros. Pensar en todo lo que me queda por delante me supera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Cuando
pasamos por el Medio Maratón el crono aún marca un buen tiempo pero sé que es
totalmente irreal. He bajado el ritmo ostensiblemente y no para de adelantarme
gente, incluido el grupo de 3:30. Me propongo no caminar hasta el kilómetro 25
y lo cumplo. Principalmente porque estamos en el Bulevar Sur, que se corre en
los dos sentidos, y entre la multitud que, este año sí, se agolpa en las aceras
he visto a dos conocidos y no me apetece que me vean caminando a la vuelta. Una vez llegados
al avituallamiento paro y me bebo tranquilamente una botella de agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Arranco
de nuevo. Acaban de adelantarme mis primeros compañeros de viaje, Richard y
Paco, y poco después lo hace otro compañero, Carmelo. Me concentro en pensar
que solamente me quedan 7 kilómetros para abandonar porque en el kilómetro 32
se pasa junto a la meta y es el punto ideal para salirme. Si pudiera lo haría
antes. Extrañamente empiezo a encontrarme algo mejor. Supongo que influye el
hecho de que he bajado el ritmo y el haberme echado Reflex en la rodilla, lo
que provoca una disminución del dolor. Sin embargo lo que más me ha animado,
nuevamente, ha sido ver a mis compañeros de equipo animando. Van en bici y,
esta vez, ruedan un poco junto a mí animándome. Hacen que me emocione e,
incluso, empiezo a pensar en la posibilidad de terminar la carrera a este
ritmo, sin pretensiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Llegamos
a la parte más dura de la carrera, los túneles de La Pechina. Ya hace tiempo
que no miro el cronómetro y no marco en el mismo el paso por cada kilómetro. Ya
me da igual. A la entrada del túnel me sorprende la música que sale de dentro.
Hay varios altavoces enormes colgando de las barandillas y la música,
literalmente, rebota entre el techo y las paredes provocando una euforia brutal
en los corredores. Lástima que las piernas no puedan responder a ese estímulo,
no hay fuerzas. Vuelvo a pensar en que, otros años, al paso por ese punto
todavía tenía fuerzas. Echo de menos mi estado de forma de entonces. A la
salida de los túneles me topo de bruces con la cruda realidad: llevo 29
kilómetros, los 9 últimos sufriendo, he parado a caminar tres veces, me duele
la rodilla y la ampolla del pie está creciendo. Desecho la posibilidad de
acabar la carrera, ha sido una locura transitoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El
paso por la Alameda es especialmente duro. Necesito volver a parar a caminar y
está repleto de gente. Esta carrera está dejando mi orgullo atlético hecho unos
zorros. Llegamos a la rotonda del Parotet y giramos hacia la Avenida de
Baleares. Esto no es lo que yo tenía previsto, pensaba que íbamos a pasar más
cerca de la meta y empiezo a dudar en el lugar adecuado para abandonar. Al
fondo intuyo que la carrera gira a la izquierda, alejándose de la meta, por lo
que no puedo retrasar más lo inevitable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
ese momento vislumbro, frente a mí, el chándal verde de mi club y sobre él una
cara conocida. Carlos observa la carrera junto a su familia. Su primera
reacción es lanzarme un grito de ánimo pero al verme llegar junto a él creo que
comprende de golpe la situación. Le cuento mis dolores y mi decisión de
salirme. En alguna ocasión finjo tocarme la rodilla porque no quiero que vea
que estoy a punto de echarme a llorar por la frustración. El me echa una mano
sobre el hombro sin importarle que vaya chorreando sudor y me anima. Finalmente
salgo del trazado de la carrera y me acompañan un trozo hacía la meta. Cuando
nos despedimos Carlos me abraza para darme ánimos y yo tengo que volver a
ocultar mi cara porque, ahora sí, estoy a punto de ponerme a llorar a lágrima
viva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Llego
caminando hasta la parte de atrás de la meta del Maratón. Ya son bastantes los
corredores que han acabado y están recogiendo sus bolsas. Yo, evidentemente, no
he cruzado la meta así que para recoger mi bolsa debo acceder por la salida
habilitada para los corredores que se encuentra vigilada. Me toca explicarle al
vigilante que me he retirado y necesito recoger mis pertenencias. Verbalizar mi
situación ante un extraño no es, precisamente, la mejor parte de la mañana. Me deja pasar,
me acerco a una de las chicas que vigilan las bolsas de los corredores y le
pido la mía. En cuanto me la dan salgo en busca de mi coche. Ahora no tengo
ganas de encontrarme con nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El
Maratón no es una ciencia compleja. En esta carrera vales lo que has entrenado,
ni más ni menos, y yo no he entrenado lo suficiente. En ocasiones ni siquiera
un buen entrenamiento te asegura una buena carrera porque son otros muchos los
factores que pueden influir. Me planté en la línea de salida con una
preparación escasa y el General Maratón me dio un revolcón y me puso en mi
sitio, independientemente de las lesiones que arrastraba. He entrenado este
Maratón en cinco o seis ciudades diferentes de otras tantas provincias debido a
los viajes que me obliga a hacer mi trabajo. He corrido a altas horas de la
noche y a primerísima hora de la mañana. Y no importa. El Maratón quiere un
mínimo de Kilómetros de preparación y no te los va a convalidar por un número
inferior por mucho que te haya costado reunirlo. Ahora lo sé. En cierto modo
siempre lo he sabido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero
volveré. Más pronto que tarde volveré a verme en la línea de salida de un
Maratón, espero que con los deberes hechos, y me quitaré la espina que se me ha
quedado clavada en esta ocasión. Y me sabrá a gloria.<o:p></o:p></span></div>
GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-3996743930283222432010-06-07T12:06:00.004+02:002010-06-07T13:12:28.632+02:00Alto a la autoridadEn ocasiones circulamos por la vida y una situación real nos evoca otra ficticia. Tal vez algo que hemos leído o hemos visto en una pantalla de cine. Ayer mismo me ocurrió a mi.<br />Me encantaría poder decir que la situación en cuestión me trasladó a alguna cita de Nietzsche o Kant o, tal vez, a algún pasaje de "Cien años de Soledad" o "El guardián entre el centeno" (las dos obras literarias más sobrevaloradas de la historia de las obras literarias), pero no fue el caso. Desgraciadamente yo tuve ocasión de revivir ayer una película de Esteso y Pajares (dignísimos profesionales, por otro lado) y es que cada uno tiene el bagaje cultural que se merece.<br />No recuerdo el nombre de la película en cuestión. Recuerdo que los susodichos Fernando y Andrés atracaban una sucursal bancaria. Imagino que por allí andaría también Antonio Ozores y, seguramente, Juanito Navarro. El caso es que la cosa se iba complicando y los atracadores, al final decidían entregarse. O lo intentaban, porque la policía no hacía nada por detenerlos, es más, en el colmo del despropósito les ayudaban a escapar empujando el coche que no les arrancaba. Este fue mi "deja vu" de ayer, mas o menos.<br />Si alguno de vosotros ha visitado alguna vez Cullera, concretamente su paseo, habrá comprobado que éste se encuentra repleto de puestos de venta ambulante "regentados", en su gran mayoría, por inmigrantes subsaharianos. En ocasiones he asistido en primera fila a alguna que otra carrerita de los vendedores ambulantes ante la llegada de la Policía local. Normalmente recogían las mantas con los CD's y DVD's de un tirón y corrían a la arena. Ya se daba entonces la ridícula situación de que los manteros tras desmontar la parada y salir por piernas permanecían junto al paseo , dentro de la playa, mientras la policía patrullaba tranquilamente a escasos cinco metros. Parecía como si estuviesen jugando al escondite y la arena fuese un refugio en el que no pudieran ser pillados. En cuanto los locales caminaban diez pasos los ambulantes saltaban el murete y reconstruían las tiendas. Como he dicho la situación siempre me pareció ridícula pero la justificaba, a medias, pensando que se trataba de la policía local y ya sabemos que ésta se encuentra en el primer peldaño, por abajo, en la escala evolutiva de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.<br />Lo de ayer fue una vuelta de tuerca más y esta vez con la Guardia Civil de protagonista. Estamos perdiendo hasta los valores más sólidos. Los manteros se han modernizado y han diversificado el negocio. Supongo que han hecho un estudio de mercado y han averiguado que las marujas playeras pierden el culo por los bolsos de imitación. También venden ropa interior pero eso tiene menos salida, creo. El caso es que ahora entre manta de CD's y manta de DVD's hay una de bolsos, mantas enormes por cierto y con montones de bolsos. Evidentemente una manta llena de bolsos de Louis Vuitton no es tan fácil de recoger como otra con los grandes éxitos de El Fary. Yo me dí cuenta ayer. Paseaba por la zona cuando percibí el alboroto y las carreras que antes he descrito. Muchos de los vendedores habían recogido y corrían y, a escasos 50 metros, una pareja de la benemérita se aproximaba amenazante. Frente a ellos, a una distancia que mi difunta abuela tardaría 10 segundos en recorrer, varios inmigrantes jóvenes recogían su mercancía, bolsos, introduciéndola en grandes bolsas de plástico. Sin prisa pero sin pausa, podría decirse, pero sobretodo sin miedo, sabedores de que los civiles no tenían la mas mínima intención de detenerlos. Y es que la pareja, lejos de acelerar para pillar a los delincuentes (podemos discutir largo y tendido sobre el tema pero, aunque yo soy el primero que compro películas piratas, con la ley en la mano es ilegal) ralentizaban su paso hasta límites ridículos para dar tiempo a que recogiesen todo y se marchasen. La multitud les miraba entre sorprendida y divertida.<br />Así les dejé cuando reanudé mi camino pero no me extrañaría que si, aún reteniendo el paso y parando a atarse los cordones de cada una de las botas, hubiesen llegado al puestecito de bolsos antes de que estuviera recogido se hubieran puesto a ayudar a guardar la mercancía y a trasladarla a la playa y, de paso, a mirar un bolsito para la parienta.GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-11988265866324026752010-04-30T09:22:00.005+02:002010-04-30T10:11:21.158+02:00Si no te escucho, grita<div align="justify">Diremos que se llamaban Juan y Ana, por decir algo, pero en realidad no sé si he olvidado sus verdaderos nombres o es que nunca llegué a saberlos.</div><div align="justify">Ella era guapa, muy guapa. El no. A lo mejor ella tampoco lo era pero resplandecía en comparación con él. Digamos que ella era un 7,5 y él un 5 justito los días buenos.</div><div align="justify">El regentaba una cafetería/pub donde matábamos las tardes a base de cervezas y donde empezábamos la fiesta los viernes y sábados por la noche. Ella era su novia. No pegaban para nada. Una chica atractiva, de una familia bien, con un tío más bien corriente que no tenía, en principio, donde caerse muerto.</div><div align="justify">Admirábamos a aquel tío. Lo tenía todo. Al menos todo lo que unos críos de 18 años pueden considerar como vital. Es increíble lo poco que hace falta a ciertas edades para crear un ídolo.</div><div align="justify">A base de acudir asiduamente acabamos por entablar una buena relación con él. No lo calificaría de amistad, ya he dicho que no recuerdo ni su nombre real, pero si de colegueo entrañable. Jamás nos invitó a una caña pero nos dio buenos consejos musicales. En una época en la que abundaba el bacalao y similares su local era un oasis en lo que a música se refiere. Con ella jamás pasamos de los saludos de cortesía aunque yo no podía evitar tenerle una enorme simpatía.</div><div align="justify">El local tenía solera, más de cincuenta años con diferentes dueños. Por allí habían tomado sus cañas o sus carajillos mi abuelo y mi padre antes que yo y eso hacía que le tuviera cierto cariño. </div><div align="justify">La cosa empezó a torcerse hacia la primavera de 1998. Un día el dejó de aparecer por el local. Los rumores decían que estaba en una clínica de desintoxicación por temas de drogas y que había sufrido una depresión. Era una versión creíble, lo sabíamos. También decían que ella le había dejado. Justo en el peor momento.</div><div align="justify">Supimos después que el local tenía uno de esos alquileres de renta antigua y que los dueños no estaban haciendo las reparaciones necesarias para que se mantuviera en condiciones, con ello peligraba la licencia de apertura del bar. Al poco tiempo cerró y entendimos los motivos de todo. Al menos de la depresión.</div><div align="justify">Jamás volvimos a verle. Ignoro si logro desintoxicarse aunque espero que así fuera.</div><div align="justify">A ella si que seguimos viéndola. Empezó a salir con otro tío, alguien más acorde a su nivel social, y poco después se casaron. Si antes había resultado fácil subirle a él a un pedestal no menos facil nos resultó denostarla a ella por semejante traición. En realidad la única traición que se había producido, si es que había existido alguna, era a la imagen idealizada que teníamos de ella. Ya he dicho que eramos unos críos de 18 años.</div><div align="justify">Hace poco volví a verla. Paseaba con su marido. El empujaba el carrito de un bebe y ella llevaba de la mano a una niña de pocos años. Se la veía feliz. Me sorprendió comprobar que, después de más de 15 años, seguía cayéndome mal y que, para ser sinceros, tampoco era tan guapa. </div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-28574875906919033112010-04-08T12:47:00.003+02:002010-04-08T14:21:42.960+02:00Miedo<div align="justify">No sé si lo he escrito de manera explícita o si, a través de las entradas anteriores se ha podido deducir. Creo que no. Por si acaso y para contextualizar esta entrada lo confesaré: soy futbolero, muy futbolero y, además, madridista.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">No recuerdo cuando empezó a gustarme el fútbol pero algunos de los recuerdos más antiguos que alcanzo a vislumbrar me sitúan, junto a mi padre o mi abuelo, en un campo o frente a un televisor viendo un partido. Así, por ejemplo, me acuerdo de los tres viendo un Valencia - Osasuna en el Luis Casanova (empate a uno) con el Valencia jugando con la equipación de la senyera. O en casa durante el Mundial de Mexico - 86, cuando mi padre trasladó el televisor a mi habitación para que lo vieramos allí y yo me pase varios días pintando una pancarta que decía Aupa España.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Puede que haya sensaciones mejores, mas intensas o mas duraderas, pero una de mis preferidas es la que percibo cuando, siempre lentamente, asciendo las escaleras que dan acceso a los vomitorios de un campo de fútbol y poco a poco aparece ante mí el estadio. Si es un partido en horario nocturno, con iluminación artificial, mejor.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Dicho esto, y tras confesarme madridista, debo reconocer que hay dos partidos durante la temporada que no disfruto lo más mínimo. Se trata de los dos partidos, ida y vuelta, que enfrentan en liga al Madrid y al Barcelona. No me compensa el posible regocijo de la victoria con el sufrimiento de la derrota. Cuando tu hermano, sangre de tu sangre, es culé declarado y tu mejor amigo es tan fanático que a su lado Joan Gaspart pasaría por ser un aficionado frío las consecuencias de una derrota son crueles y duraderas. Además se da el caso de que yo no encuentro especial regocijo en la humillación del adversario vencido, lo que no quiere decir que no la practique, por lo que, como ya he dicho, encuentro mayor dolor en la derrota que placer en la victoria.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">El clásico de este año, otro partido del siglo, se presenta en mi opinión muy desnivelado. Suerte tendremos si, como el año pasado, no nos meten seis. Otra lectura previa me parecería cegada por el fanatismo. Por supuesto <em>fumbol es fumbol, juegan once contra once y el furgol es asín</em>, por lo que todo puede suceder pero, ¿qué queréis que os diga?, yo llevo una semana destemplado (el partido del martes entre el Barcelona y el Arsenal no ha ayudado mucho) y mucho me temo que la que viene puede ser peor.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">El espejismo del liderato frente a este Barcelona debe ser efímero. Únicamente el paupérrimo nivel del resto de equipos de la liga ha permitido al Madrid mantenerse ahí y jugarse la liga en los dos partidos contra el Barcelona. Ya sabemos lo que pasó en el primero y mucho me temo lo que ocurrirá en el segundo.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Por supuesto, si los dioses del fútbol nos son favorables y ganamos (no nos vale el empate para continuar líderes) negaré rotundamente haber dudado del equipo y me dedicaré, con deleite y frenesí, a sonrojar a mis amigos culés. Sin embargo, a día de hoy, lo único que siento es miedo, mucho miedo.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-40721012721991620312010-02-22T11:26:00.003+01:002010-02-24T10:44:13.098+01:003:17:15<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsmpwhEd0Ojq7neI1wvWIH6ulQCcRq3fuz_1weuxSp05s1rbJqa9GWuU2wfdU3Unzj-9vIQMFeEIGip7yVPhAWyLxPI1h2eCALQbBc4-0RDelL_qAWy3bk4OoeNdgY9rs47kpeAXaUJpA/s1600-h/DSC_0154.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5441743429299644642" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 214px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsmpwhEd0Ojq7neI1wvWIH6ulQCcRq3fuz_1weuxSp05s1rbJqa9GWuU2wfdU3Unzj-9vIQMFeEIGip7yVPhAWyLxPI1h2eCALQbBc4-0RDelL_qAWy3bk4OoeNdgY9rs47kpeAXaUJpA/s320/DSC_0154.JPG" border="0" /></a><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Sigo fielmente una tradición desde que, hace ahora cuatro años, debuté en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">maratón</span>. El lunes posterior a la carrera, e independientemente del resultado obtenido, me compro un bote de helado de los grandes, de un litro, me siento <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">tranquilamente</span> y me lo como del tirón, sin piedad ni <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">remordimientos</span>. Podríamos decir que se trata de un premio de consolación o una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">compensación</span> por el sufrimiento y esfuerzo de los meses anteriores. El primer año recuerdo que fue helado de Dulce de Leche, delicioso. Este año ha tocado Vainilla, no menos bueno.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Han pasado casi seis meses y más de mil kilómetros desde que empecé a preparar el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">maratón</span> y el resultado es el que figura en el título de esta entrada. A pesar de no haber alcanzado el objetivo que me había marcado no puedo decir que me sienta decepcionado ya que disfruté mucho de la carrera, de casi toda, y ésta ha sido mi mejor marca. Desde luego una marca impensable hace cuatro años en mi primera incursión en la distancia. Un <a href="http://elquintogoonie.blogspot.com/2009/04/la-gloria-del-867.html">exceso de locuacidad <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">bloguera</span></a> me llevo a fijarme como objetivo bajar de tres horas y quince minutos y, a pesar de que los primeros entrenamientos parecían indicar que la meta era totalmente inalcanzable, cerca he estado. Empiezo a creer que, con el suficiente tesón y el entrenamiento adecuado, cualquier límite es asequible. Incluso aquellos que, aún hoy, suenan a quimeras imposibles. Cualquiera que conozca el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">maratón</span> entiende de qué frontera hablo aunque no la nombraré para no parecer <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">pretencioso</span> ni quedar, otra vez, esclavizado por mis palabras.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">La carrera en sí discurrió de forma muy similar a la del año pasado (cómo lamento no haber tenido blog entonces para haber podido contarlo): un primer tramo de agarrotamiento y dudas seguido por 25 kilómetros, los internedios, bastante cómodos, a velocidad de crucero, y una parte final que marca las diferencias entre ambas carreras. Donde el año pasado hubo euforia este año ha habido bajón y sufrimiento para poder llegar a meta. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Afortunadamente</span> éste sufrimiento se vio atenuado por la presencia de un <a href="http://altosybajos-altosybajos.blogspot.com/">compañero de club</a> que me dio ánimos y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">conversación</span> en los duros kilómetros finales. Buena parte del éxito es suya. Lo que no cambia, y espero que nunca lo haga, es la emoción indescriptible que se siente al recorrer esos últimos 195 metros. Además yo, este año, lo hice con un chupete en la boca para dedicárselo a mis hijas. Creo que esto se podría convertir en una nueva tradición.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Mentiría si dijera que, a día de hoy, he empezado a pensar en la próxima <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">maratón</span>. En realidad empecé a hacerlo dos horas después de terminar de correr. Mientras trataba de recuperarme de la descomposición de estómago que me provocó el esfuerzo dos pensamientos se entrecruzaban en mi mente: ¿Qué debo cambiar/añadir en mis entrenamientos para rebajar la marca obtenida? y ¿seré capaz de comerme un litro de helado en medio de una gastroenteritis?. Lo fui.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-7557756768305864412010-02-16T10:25:00.000+01:002010-02-16T10:25:00.547+01:00¿Y si fuera que sí?<div align="justify">Ando estos días con los últimos entrenamientos previos al maratón de Valencia. Queda escasamente una semana y, como dice un compañero de club, a estas alturas ya está todo el pescado vendido. El trabajo que se supone que había que hacer se ha hecho, o no, y lo que tenga que ser, será. Desde ahora, y hasta el día en cuestión, ya solo quedan rodajes suaves, normalmente cortos y bastante relajados. Nada de series a tope ni de largos infinitos. Quiero decir con esto que en estos últimos entrenamientos puedo, más que de costumbre, fijarme en lo que sucede a mi alrededor porque, por increíble que parezca, el mundo no se para cuando yo salgo a correr.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">El miercoles pasado, por ejemplo, me tocaba rodar 50 minutos a ritmo suave y eso hice. Salí de casa y enfilé una ruta que tengo medida para este tiempo y que me lleva, por un carril bici, hasta el pueblo vecino. Ida y vuelta, esa era la idea. Cuando me encontraba a escasos 200 metros del lugar donde suelo dar la vuelta vi frente a mí, saliendo de un cruce, a un energúmeno montado en un quad. El cafre en cuestión cogió la curva a considerable velocidad poniendo el vehículo sobre dos de sus ruedas, concretamente las del lado derecho, con una inclinación que hacia parecer seguro el accidente. En el último momento y con bastante habilidad, al César lo que es del César, el imbécil consiguió enderezar el quad y continuó su marcha con un notable acelerón.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En ese momento a mí me vinieron a la mente los dos pensamientos que asaltarían a cualquier persona de bien es este caso. Primero, que Dios no existe, porque si existiera el idiota se habría pegado el ostiazo del siglo y habría acabado con los dientes desparramados por el asfalto y con el quad, que seguro que no ha terminado de pagar, siniestro total. Y segundo, que nunca hay un policía cerca cuando hace falta. En eso andaba yo pensando cuando, antes de que me hubiera dado tiempo a recorrer diez metros, pasó junto a mí, a una velocidad considerable y a la caza, un vehículo de la Guardia Civil. Así que no me quedó más remedio que tragarme mis palabras. Muy gustosamente, eso sí. Puede que, de vez en cuando, sí que haya un poli cuando hace falta.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En cuanto a lo otro, lo de Dios, habrá que dejarlo a la consideración de cada cual. A lo mejor sí que existe y lo único que pasa es que sus métodos son menos expeditivos de lo que serían los míos. Puede que en lugar de darle el último empujoncito al imbécil haya preferido poner un coche de la Guardia Civil en el cruce. Ya se sabe que sus caminos son inescrutables.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-88970335685396758882010-02-08T08:29:00.005+01:002010-02-08T09:24:47.667+01:00Mi vida sin ti<div align="justify"></div><div align="justify">Desconozco qué empuja a un digno informático, o aspirante a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">serlo</span>, a convertirse en un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">hacker</span>. Tal vez su padre lo golpeara con el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Spectrum</span> +2 o tal vez odie esta sociedad consumista y alienante en la que vivimos y pretenda destruirla desde el confortable <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">calorcito</span> de su habitación mientras mamá prepara la cena. No sé que intención les guía pero sí sé que si una plaga bíblica cayera sobre ellos y, por ejemplo, hiciera que se les cayeran a todos los dientes y tuvieran que vivir el resto de sus días a base de purés y batidos no sólo no lo sentiría sino que me regodearía ante la visión de sus bocas desdentadas y sus ojos llorosos frente a un buen <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Entrecotte</span>. Por cabrones.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Un mes llevo sin ordenador por culpa de un virus. Y, además, debe ser un virus de los de la pata del macho porque el Panda no lo detectaba y mucho menos lo destruía. Y mientras el angelito iba destrozándome el sistema operativo y todos los programas que requiriesen una conexión a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">internet</span> para funcionar. Al final la solución ha sido drástica: <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">formateo</span> y a volver a empezar. Lo malo viene cuando te llama el informático, el bueno, el que se supone que los repara, y empieza con que si no sé que pasa que no me detecta la disquetera o vete tú a saber porqué no puedo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">configurarte</span> los puertos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">USB</span>. Yo por si acaso voy mirando catálogos porque me temo que mi viejo compañero ha entonado ya su canto del cisne y, si vuelve a casa, ya no volverá a ser el mismo.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Un mes llevo, decía, consultando el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">mail</span> a través del móvil, corriendo a casa de mi hermano a enviar <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">currículums</span> si veo que hay alguna buena oferta en el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">infojobs</span>, sin poder actualizar este blog, que sé que lo echáis de menos, y sin poder descargarme los entrenamientos del <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">gps</span>, y todo el mundo sabe que un entrenamiento no sirve de nada si no te lo bajas al ordenador para poder constatar que se ha hecho.</div><div align="justify"></div><div align="justify">No sé qué me da mas miedo: el tiempo que estoy y voy a estar sin ordenador, con las incomodidades que eso acarrea, o la dependencia que siento que el bicho está logrando por mi parte. Reconozco que en mi situación (trabajador en paro, no parado, en búsqueda de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">reinserción</span> en el mercado laboral aún a sabiendas que el trabajo no dignifica ni nada parecido) el ordenador me es muy útil. Puedo consultar ofertas de empleo, diseñar y enviar mis <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">currículums</span> y buscar formación que complemente la que ya tengo. Pero precisamente por estas facilidades que me da el ordenador hace casi cuatro meses que apenas salgo de casa. Es cierto que a ello contribuye el hecho de que con la climatología propia del invierno, con las niñas, es más complicado salir. Pero también es cierto que con las páginas de búsqueda de empleo, bastante ineficaces por cierto, y los cursos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">online</span> no hay necesidad de moverse de casa para nada. Todo está a un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">click</span> de distancia y siento haber sonado como un anuncio de Telefónica.</div><div align="justify"></div><div align="justify">A este paso me voy a convertir en una especie de oso hormiguero en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">hibernación</span> metido en mi cueva. Y puede que así me dé cuenta de que la sociedad está contra mí y que les mande a todos un buen virus. Si no fuera porque no tengo ni puta idea de cómo se hacen.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-33775091030126556802010-01-25T09:08:00.002+01:002010-01-26T11:00:27.343+01:001:29:54<div align="justify">El domingo me dí un madrugón de los que duelen. Salí de casa cuando aún no estaban puestas las calles y me metí entre pecho y espalda cerca de 200 kms de coche con la única intención de correr una Media Maratón. ¿Mereció la pena? Rotundamente sí.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Desde ahora la insigne villa de Santa Pola ha dejado de ser conocida por sus playas, sus salinas, su isla de Tabarca o su Avenida dedicada a Don Santiago Bernabeu. Desde ahora, y hasta el fin de los tiempos, será recordada como la ciudad en la que disputé mi primera Media Maratón por debajo de 1 hora y media. Por los pelos, si, muy muy muy por los pelos, pero por debajo.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Si me hubieran dicho hace unos años, cuando empezaba a correr, que algún día derribaría esa barrera no me lo hubiera creído. Si me lo hubieran dicho el domingo, diez minutos antes de empezar a correr, tampoco. Pero el domingo fue el día, se alinearon los astros, el Ying y el Yang se pusieron de acuerdo y hasta el Dios encargado de la lluvia puso de su parte propiciando un microclima, en el lugar y a la hora adecuados, perfecto para correr. No se podía pedir más salvo que las piernas respondiesen. Y respondieron.<br /></div><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Como bien me recordó un amigo el mismo domingo por la noche, hoy puedo decir que existen dos clases de hombres en el mundo: los que han bajado de hora y media en Media Maratón y los que no. Por una vez yo estoy en el primer grupo</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-66064948591297944442009-12-16T08:55:00.004+01:002009-12-16T10:38:26.757+01:00Pensamientos inconexos<div align="justify">Una vez tuve una pesadilla con Uma Thurman. Salía del mar, desnuda, y me perseguía por toda la playa con aviesas intenciones. Así toda la noche. Todavía me dan escalofríos cuando lo recuerdo. Reconozco que no he podido volver a ver una película suya desde entonces. Afortunadamente Uma no ha vuelto a rodar una película que haya lamentado no ver.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="center"></div><br /><div align="center">- - - </div><br /><div align="justify"></div><br /><br /><div align="justify">Creo fervientemente que existen dos clases de hombres en el mundo: aquellos en cuya casa manda su mujer y aquellos en cuya casa se creen que mandan ellos. Yo estoy en el primer grupo.</div><br /><div align="justify"></div><br /><br /><div align="center">- - - </div><br /><div align="justify"></div><br /><br /><div align="justify">Recientemente mi madre estuvo más cerca de ver realizada una fantasía erótica de lo que yo estaré jamás. Y no, las palabras madre y fantasía erótica no deberían coincidir nunca en una frase, ni siquiera en un párrafo. Se encontraba tumbada en el sofá de su casa, viendo la telenovela de mediodía, cuando dos fornidos bomberos llamaron a su ventana. El susto fue de órdago ya que mi madre vive en un sexto piso. Finalmente sólo iban a comprobar el estado de una piedras en la fachada. Debe ser como si yo viera aparecer por mi ventana a Keira Knightley y Scarlett Johansson. Creo que voy a ir a tumbarme al sofá, por si acaso.</div><br /><br /><div align="justify"></div><br /><div align="center">- - - </div><br /><div align="justify"></div><br /><br /><div align="justify">Hace poco que estoy en paro y aún no sé muy bien como funciona esto pero ¿es normal que en las fechas que estamos aún no me hayan dicho nada de la cena de Navidad? Supongo que conseguir restaurante para cuatro millones de personas debe ser difícil. Por cierto ¿mandan caja o jamón?. Lo siento, llevo haciendo el chascarrillo en las últimas comidas familiares y sólo me faltabais vosotros. Otro día cuento el origen.</div><br /><div align="justify"></div><div align="center"></div><br /><div align="center">- - - </div><div align="center"></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Hablando de Navidad. Sé que lo "in" es decir que estas fiestas son un coñazo, que Feliz Falsedad, que son un invento de El Corte Inglés, etc, etc... Pero yo me niego. Me encanta la Navidad. Desde siempre y para siempre y ahora, con niñas, más todavía. Me gusta montar el árbol, siempre el 8 de diciembre, mientras suena el mismo CD de villancicos de todos los años. Me gustan las luces en las calles, hasta las de los grandes almacenes. Me gustaba cenar con mis compañeros de trabajo aunque el resto del año discutiéramos. Por gustarme, me gusta hasta asistir a la misa del gallo el día de Nochebuena a oír cantar a mi mujer en el coro (esto último lo negaré rotundamente si lo comentáis por ahí). Sólo un pero: los reyes magos molan, Santa Claus es un gordo borracho importado.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-157050647116791682009-12-03T23:45:00.001+01:002009-12-03T23:50:59.926+01:00La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar<div align="justify">Vosotros no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">sabéis</span> lo dura que es la fama, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">Belén</span> Esteban y yo sí. Vosotros no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">sabéis</span> lo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">difícil</span> que es saberte el centro de todas las miradas, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Paquirrín</span> y yo sí. Vosotros no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">sabéis</span> lo agotador que es tardar una hora en recorrer un trayecto de 1000 metros porque todo el mundo se para a hablar contigo, Cristiano <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Ronaldo</span> y yo sí.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Desde que nacieron mis hijas mellizas salir a la calle se ha convertido en una aventura. Un carro gemelar, aparte de ser incómodo de la ostia, ejerce un poder atrayente sobre todo aquel que se encuentre en un radio de 100 metros que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">ríete</span> tú de la gravedad en <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">Júpiter</span>. De repente todo el mundo siente la imperiosa necesidad de acercarse a ver a tus hijas ¿por qué? Porque son dos. ¿Y qué más da que sean dos si en la misma plaza hay cientos de niños? Pues si, pero estas van juntas y eso, por lo visto, conmociona al personal.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Y ya no es solo que te paran, es que encima opinan. Y uno traga con que le digan lo guapas que son sus hijas, porque es verdad, pero que se compadezcan de ti porque es muy duro criar a dos a la vez pues toca un poco los ...</div><div align="justify">Otra cosa que he descubierto es que los mellizos o padres de mellizos tienen la imperiosa necesidad de ir anunciando su condición a la menor oportunidad. En cuanto ven el carro te paran y te sueltan eso de "yo también soy gemelo" o "yo también tengo dos". El otro día entré a una casa particular a comprar miel y la dueña hizo salir a sus hijos, gemelos por supuesto, para que los viera. Los pobres niños debían sentirse como una atracción de feria (¡ admiren a los <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">increíbles</span> niños gemelos y dentro de un rato la mujer barbuda!).</div><div align="justify">Otra costumbre cachonda es la de comentar que ahora se ven muchos gemelos, como si fuera una moda o una enfermedad. A ver si en lugar de por la gripe A la humanidad acaba <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">extinguiéndose</span> por una invasión de mellizos asesinos. Por cierto, ¿se apiadarían de sus padres?.</div><div align="justify"></div><div align="justify">En fin que ahora comprendo a los famosos. Que la primera vez que te paran te hace gracia y firmas a gusto los <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_11">autógrafos</span> pero, con el tiempo, acabas harto y contratas a un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">guardaespaldas</span> para que le parta la cara al primero que se cruce en tu camino. Que dura es la fama ¿verdad <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Jesulín</span>?</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-56031342630137883482009-11-22T23:15:00.004+01:002009-11-22T23:48:09.884+01:00Amiguito, que Dios te bendiga<div align="justify">La cámara le enfoca en un plano medio. El, un hombre mayor, 70 años quizá, sentado en una butaca la mira de soslayo y comienza a hablar: "... Recuerdo ahora la conversación que tuve con mi nieto hace poco. Me preguntó: ¿Abuelo, fuiste un héroe en la guerra?. Y yo le contesté: no, pero serví en la compañía de los héroes ..." Esta última frase la pronuncia entrecortadamente debido a la emoción y en cuanto termina de hacerlo rompe a llorar en silencio. Cada vez que he visto esta escena, y han sido muchas, se me ha puesto un nudo en la garganta y la piel de gallina, y a poco que haya tenido el día emotivo he llorado como una niña.</div><div align="justify">Las imágenes pertenecen a la serie <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Band_of_Brothers">"Hermanos de Sangre"</a> en la que al principio y al final de cada capítulo aparecen los verdaderos soldados en los que está basada contando sus experiencias e impresiones del combate. Sólo en el último capítulo aparecen sus nombres para que no se sepa con antelación quienes han sobrevivido a la guerra. Sin duda es una obra maestra del cine hecha para la televisión.</div><div align="justify">Hacía tiempo que quería hacerme con ella y hoy mi hermana, con la excusa de mi cumpleaños, me la ha regalado y estoy como unas castañuelas de contento.</div><div align="justify">Porque sí, ha sido mi cumpleaños. 34 para ser exactos. Mi primer cumpleaños como padre de familia, entre otras cosas. Así que me parece un buen motivo para reanudar esta andadura. Espero que dure.</div><div align="justify">Comentaba con <a href="http://loscariacontecidos.blogspot.com/">El Impenitente </a>una fría y lluviosa mañana de octubre los motivos de mi falta de actividad bloguera. Le decía que lo poco que escribía emitía un tufillo autoconmiserativo bastante lamentable y que no me apetecía publicar cosas así. Vale, la mañana no era fría y no llovía pero todo lo demás es cierto y me había quedado una imagen de lo mas bonita y literaria.</div><div align="justify">Parece que vuelvo a tener ganas de contar cositas así que, por aclamación popular, vuelvo al ruedo. Que Dios reparta suerte y va por ustedes.</div><div align="justify">Por último, y aprovechando mi cumpleaños, me permito recomendaros la <a href="http://www.youtube.com/watch?v=J_1PAx5Ycwo">mejor canción</a> dedicada a estos eventos de la historia de la música. Me encantaría levantarme cada 18 de noviembre con esta música atronando la habitación. Me costaría un divorcio, pero sería una gozada.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-54974829502011552872009-10-02T23:35:00.003+02:002009-10-03T13:20:10.362+02:00Elvis ha abandonado el edificio<div align="justify">El titulo es un poco inexacto, ya que es una frase activa que debería ser pasiva, pero dudo que nadie pudiera hacer abandonar un edificio a Elvis contra su voluntad. A mi sí.<br /></div><div align="justify">A mi me han enseñado la puerta de salida. De hecho ha sido la crónica de una muerte anunciada (ya se sabe: construcción, crisis, 2+2 ...) y creo haber comentado algo al respecto por estos lares. Si no lo he hecho más ha sido por miedo a que se convirtiera en el monotema del blog. Se veía venir, decía, y a pesar de eso, cuando llega el momento, te jode.<br /></div><div align="justify">Por si, llegados a este punto, alguien no ha comprendido las metáforas lo dejare más claro: me han despedido.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Durante los últimos nueve años y medio he estado trabajando en la misma empresa. En este tiempo he conocido, trabando una sincera amistad en algunos casos, a gente de la práctica totalidad de la península. La mayoría de ellos hace tiempo que se fueron o, más bien, que les invitaron a irse.</div><div align="justify">Recordaré en este punto que la empresa contaba con cerca de 900 trabajadores en el año 2007 y en la actualidad apenas suma 200, y bajando.</div><div align="justify">Así, llegó a convertirse en tradición el enviar un mail de despedida a toda la empresa. Unas veces conocías al remitente, otras no. Más o menos todos venían a decir lo mismo: hasta aquí hemos llegado, mucha suerte en el camino, ha sido un placer, no me olvidéis porque yo no lo haré, llamadme si venís a Barcelona o Logroño o Coruña y nos tomamos unas cervezas o lo que surja. Al recibir el mail, en algunos casos, no costaba poner cara a la persona y recordar un curso de formación, con sus correspondientes cenas, o un millón de llamadas telefónicas plagadas de bromas.</div><div align="justify">Durante mucho tiempo he estado imaginando el momento en el que me iba a tocar a mi despedirme, últimamente sobretodo. Pensaba que debía escribir algo bonito porque para algunos esas lineas serían lo último que sabrían de mi en sus vidas. El cuerpo me ha pedido, otras veces, aprovechar el momento para lanzar una venganza dialéctica contra la dirección de la empresa por llevarnos a este punto, pero no hubiera sido elegante. Hay que saber llevar la derrota con dignidad, que se note la clase. Rick Blaine estaría orgulloso de mí.</div><div align="justify">El caso es que hoy me he sentado ante el teclado, dispuesto a despedirme, y me he sentido como el protagonista del famoso poema de Martin Niemöller (hasta ayer mismo se lo atribuía a Bertol Brecht) que comienza diciendo " Primero vinieron a por los comunistas y como yo no era comunista no hice nada...". Esa ha sido, sinceramente, mi sensación. Cuando he ido a despedirme me he dado cuenta que, a fuerza de eres, ya no me quedaba nadie conocido en la empresa. No había nadie de quien tuviera ganas de despedirme. Así que lo he dejado estar. Me he ido en silencio. Ahora me arrepiento.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Ninguno de mis antiguos compañeros lee este blog, ya que muy poca gente conoce de su existencia. Sin embargo, me gustaría ahora aprovechar este espacio para decir que durante mucho tiempo he disfrutado mucho trabajando con ellos. Que me costará olvidar todas las veces que he comido pulpo, acompañado de un buen Ribeiro, en la Plaza de María Pita. Que cuando, en otra empresa, hable con contabilidad o informática no podré evitar recordar las voces de otros que en su día respondían en esos departamentos. Y que sé que, para cuando quiera, tengo una casa en Barcelona, otra en Madrid y varias en Coruña igual que ellos tienen las puertas de la mía abiertas de par en par.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Como he dicho anteriormente no quiero que mi vida laboral se convierta en el monotema del blog pero hay algunas cosas que me gustaría recordar en voz alta y creo que lo haré en los próximos días. No me lo tengáis en cuenta.</div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Pd: Una buena noticia para terminar, esta semana he sido tío, y no me explayo más en el tema porque ese chaval merece una entrada para el sólo.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-36894489629153655442009-09-18T10:23:00.004+02:002009-09-18T12:32:32.941+02:00Obrerix<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7qWPJTX06wqCU-MBdRr6t6wWr38GWbo0nhKnH8T5dr_fbMkEjnMNDCOXXLudFxomAED9TC1Ck0V7Xvv8YT7M4JrhUXA7H7xV69G6KbOBnKSbVaSlyvfs-qyi0ZkjQZDIl5T1CwaTej78/s1600-h/image002.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 267px; height: 319px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7qWPJTX06wqCU-MBdRr6t6wWr38GWbo0nhKnH8T5dr_fbMkEjnMNDCOXXLudFxomAED9TC1Ck0V7Xvv8YT7M4JrhUXA7H7xV69G6KbOBnKSbVaSlyvfs-qyi0ZkjQZDIl5T1CwaTej78/s320/image002.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382725183333996482" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><br /><br />Estamos en el año 2009 después de Cristo. Todos los equipos de obra de la empresa M han sido despedidos tras dos ERES. ¿Todos? ¡no! En una pequeña obra de la Comunidad Valenciana un grupo de irreductibles resiste todavía y siempre al invasor. La empresa anuncia que no habrá un nuevo ERE. Habrá despidos individuales, muchos, pero individuales. Nuestros protagonistas sospechan que se encuentran en el punto de mira del malvado Jefedepersonalum.<br /><br />Para entretenerse construyen una piscina que, después de hacer cerca de 400 viviendas al año, no debería causar ningún problema. Vamos, que deberían hacerla con la gorra. En un momento dado se llena la piscina para comprobar que no pierde agua. La piscina se vacía a un ritmo de 5 cm al día (6.650 litros de agua). Casi nada. Tras diez días de pérdida continuada los muchachos, estupefactos, se devanan los sesos en busca de la causa.<br /><br />Conversación, prácticamente real, mantenida entre Jefedeobrix y Encargadodeobrix en presencia de Administrativix:<br /><br />- ¿Has comprobado los skimmers?<br />- si<br />- ¿Y los impulsores?<br />- si<br />- ¿Y los huecos de los focos?<br />- Todo. Y, además, el nivel del agua está por debajo de esos puntos y sigue perdiendo.<br />- Serán los desagües. ¿Están bien embocados?<br />- Sí. El tubo sale por aquel lado y esta sellado. Lo he comprobado.<br />- ¿Y el otro tubo?<br />- ¿Que otro tubo?<br />- El del otro desagüe. Dos desagües, dos tubos.<br />-Ups<br /><br />Y mientras la piscina seguía vaciándose por donde se vacían todas las piscinas del mundo, por el desagüe.<br /><br />Joder, ¿como no queréis que vengan a despedirnos?<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-46455612398962576752009-09-10T10:04:00.004+02:002009-09-10T10:51:10.150+02:00Help!<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBy1WWG1IppGF_mOC32QyYBoru94r78JXXHcb8AGJMXU6fRmjcZRR4tlNt5BySmnLHG9Hgjf2UbTEoOxZi1ZIRIlUfnKccM1ApJV3FjcqFtV1wvIPqApA2gEi2I5Iz1U3mkQqlxvB5dJ0/s1600-h/verrazano.gif"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBy1WWG1IppGF_mOC32QyYBoru94r78JXXHcb8AGJMXU6fRmjcZRR4tlNt5BySmnLHG9Hgjf2UbTEoOxZi1ZIRIlUfnKccM1ApJV3FjcqFtV1wvIPqApA2gEi2I5Iz1U3mkQqlxvB5dJ0/s320/verrazano.gif" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379754973747749282" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Esta de hoy va a ser una entrada de utilidad, pero no pública sino privada. Como el título indica voy a pedir ayuda y quedaré eternamente agradecido y en deuda con aquel o aquellos que me la brinden. Que nadie se alarme que el tema no es grave.<br /><br />Dentro de 13 meses, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">aproximadamente</span>, espero encontrarme, junto al resto de mis compañeros de equipo, en Nueva <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">York</span> dispuestos a correr la mas mítica de las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">maratones</span> que en el mundo se celebran. Hace años que venimos comentando la posibilidad de hacer este viaje y ahora, por fin, parece que va en serio. Nos vamos si o si. El último empujón, el que nos ha decidido, ha venido en forma de mala noticia, que pronto volverá a ser buena, y que <a href="http://loscariacontecidos.blogspot.com/2009/07/el-yerno-de-dios.html">El Impenitente</a> explicó de manera magistral.<br /><br />Así pues solo nos queda organizar el viaje de corredores y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">acompañantes</span> y aquí es donde voy a solicitar ayuda. De todas las maneras que hay para <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">garantizarse</span> uno de los codiciados dorsales en esta prueba solo una nos sirve. Puede que alguno de los miembros del equipo tuvieran uno asegurado por marcas acreditadas, pero no todos. Yo seguro que no. <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">Podríamos</span>, también, intentarlo con el sorteo de plazas pero es imposible que nos toque a todos. Por todo esto la opción que nos queda es la de los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">touroperadores</span> oficiales que organizan el viaje y te aseguran un dorsal.<br />He estado buceando en Internet, en foros y blogs, y la verdad es que no he encontrado apenas referencias a estas empresas aparte de las de sus propias <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">webs</span> y me gustaría, antes de decidirnos por una de ellas, poder conocer la experiencia de aquellos que las hayan utilizado con anterioridad. Si <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">caéis</span> aquí por casualidad en los próximos meses y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">tenéis</span> algo que contar no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_10">dudéis</span> en dejar un comentario o un enlace. Cualquier información sobre la ciudad también será bienvenida.<br />Pero como es <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_11">difícil</span> que nadie llegue aquí por casualidad, aunque el contador de visitas refleja mas de mil lo que indica que no va bien o que se preocupa porque mi <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">ego</span> no sufra, voy a tratar de introducir algunas palabras "clave" para que los buscadores me tengan en cuenta. Disculpad por un lado la frase chorra que viene a continuación y por otro el traeros hasta aquí si <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_13">andáis</span> también buscando información.<br /><br />Los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">touroperadores</span> autorizados para el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Maratón</span> de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">Nueva</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">York</span> 2010 (<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">NYC</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">Marathon</span>) son <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">Marathinez</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">Tours</span>, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Sportravel</span>, Fernando <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Pineda</span>, Viajes <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">Marsans</span> y Viajes Iberia.<br /><br />Gracias.<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-75324824308692261882009-09-06T21:21:00.004+02:002009-09-06T22:05:25.030+02:00En el punto de mira<div align="justify">Recordar cosas que sucedieron hace mas de veinte años me hace sentir mayor, muy mayor, pero hoy toca, así que allá voy.</div><div align="justify">Debía tener yo 11 ó 12 años cuando mi madre me envió a comprar el pan y leche un sábado por la mañana. Compré el pan y al salir de la panadería me di cuenta de que caminaba unos pasos por detrás de un gitanillo de bastante mala fama que había en mi pueblo. El "cochinón" le llamábamos. Decidí cambiar de ruta para llegar hasta la tienda donde compraba la leche y así creí despistarle. Grave error. A la salida de esta tienda me lo encontré esperándome. No sé si me había visto intentando despistarle o fue casualidad pero allí estaba.</div><div align="justify">Tras arrinconarme contra una pared me pidió amablemente 100 pesetas, se las dí, luego otras 100, también se las dí y se fue.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Pero esto no es de lo que yo quería hablar. Esto solo ha sido un prologo. Vamos con el tema.</div><div align="justify"></div><div align="justify">En el pasado debate sobre el estado de la Nación el presidente Zapatero se sacó de la manga, a modo de golpe de efecto, el anunció de que para este curso escolar que empieza todos los niños de 5º de primaria tendrían un ordenador portátil con el que seguir las clases y que también utilizarían para hacer los deberes en casa.</div><div align="justify">Parece que no va a poder ser, al menos para el principio de curso, así que ya tenemos al ministro de turno inventando excusas y al portavoz del PP aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid para meterle caña al gobierno.</div><div align="justify">No me gusta meterme con el señor Zapatero. Me cae bien y pienso que, de todo el catalogo de políticos ineptos que tenemos a disposición en este jodido país, es el presidente de gobierno menos malo que podemos elegir. Es triste pero es así, en mi opinión. No me gusta meterme con él, decía, pero voy a hacerlo.</div><div align="justify">No estoy en contra de que se informaticen las aulas. Los tiempos cambian y hay que adaptarse aunque estoy seguro de que la mayoría de niños de 5º de primaria saben mas informática que yo y que el profesor que les manden. También estoy seguro de que el 75% de estos niños disponen en sus casas de un ordenador y de conexión a Internet. Para los que no lo tengan seguro que podemos inventar una ayuda para que lo compren, hoy en día hay ayudas para casi todo. Por otro lado echo en falta un plan serio de fomento de la lectura en esas edades pero no es ninguna de estas cosas la que más me preocupa.</div><div align="justify">A mi lo que me rechina de todo este asunto es el trajín de niños de 10 años con un ordenador portátil en la mochila. ¿Acaso no se dan cuenta de que anunciar a bombo y platillo el tema de los portátiles es como pintarles a estos niños una diana en la cara? ¿De verdad no han pensado en ello? Todos los raterillos de España van a estar acechando tras las esquinas, cual lobo de Caperucita, para hacerse con uno.</div><div align="justify">Ya es bastante duro crecer en algunos sitios como para que venga a echarte una mano el señor Zapatero.</div><div align="justify">O a lo mejor no. A lo mejor yo tengo un trauma de infancia que me ciega y que me hace exagerar. Eso espero.</div><div align="justify"></div><div align="justify">Por último, cambiando de tema, y ya que me he metido hasta el cuello en el fango de la política lanzaré una pregunta al aire aún a riesgo de que pueda parecer malintencionada o sectaria: ¿Como hacen el señor Esteban González Pons y Mª Dolores de Cospedal para que no se les caiga la cara de vergüenza cada vez que hablan de la clase media y las ayudas a los parados?</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-84545544701839633832009-09-03T22:45:00.000+02:002009-09-03T22:45:45.836+02:00¿Partirás?<div style="TEXT-ALIGN: justify">Hubo una época, a principios de los ochenta, en la que "El dúo dinámico" se convertía por unos días en trío. Solía ser, mas o menos, por estas fechas, finales de agosto, principios de septiembre. El verano acababa, ya había <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">caído</span> alguna de las primeras tormentas que anuncian la inminente llegada del otoño y, por si no bastara con eso, Chanquete había muerto días atrás. El fenómeno coincidía, normalmente, con el día que dedicaban mi madre y mi abuela a limpiar el apartamento alquilado en la playa. Mi abuelo, que se hacía cargo de nosotros, nos hacía rabiar con la inevitable vuelta al <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">cole</span> y, para darle algo mas de dramatismo al asunto, entonaba el famoso tema <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">ad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">hoc</span> <a href="http://www.youtube.com/watch?v=7vYvw12ml58">( El final del verano llegó, y tu <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">partirás</span> ....)</a><br />Tengo innumerables motivos para recordar a mi abuelo, fallecido hace ya diez años, pero estoy seguro que si, por alguna razón, lo olvidara todo al menos una vez al año, al final de agosto, me vendría su recuerdo a la cabeza, inevitablemente unido a esa melodía. Aún hoy no es raro ver a mi madre o mis hermanos, cuando llegan estas fechas, cantando por lo bajo con media sonrisa. Ha acabado siendo una especie de tradición familiar.<br /><br />Así que, una vez mas, el verano acaba. Aún no ha <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">caído</span> ninguna gran tormenta pero Chanquete ha muerto, que yo lo he visto en un canal local. Este fin de semana dejamos <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">definitivamente</span> la playa y volvemos a casa, a la tranquila y agradable rutina del hogar. No ha sido, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">evidentemente</span>, un verano como los de antes. Las vacaciones duran quince días y no dos meses, salvo que seas profesor (desde aquí un afectuoso e hipócrita saludo a todo el gremio docente), y donde antes había un niño, <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">rebozándose</span> todo el día en la arena de la playa, ahora hay un padre viendo a sus hijas descubrir entusiasmadas el agua de la piscina. Playa, de momento, poca.<br /><br />Ya no me afecta tanto como de niño el final del verano, a pesar de seguir siendo mi estación preferida, y el otoño viene <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">cargadito</span> como para, al menos, recibirlo expectante.<br /><br />Como principal novedad del otoño aparecen mis dos niñas. La cría en cautividad del cachorro humano se ha revelado como una actividad compleja pero apasionante y este otoño-invierno promete grandes acontecimientos: primeros pasos, primeras palabras...<br />Por supuesto no dejaremos de lado los entrenamiento y las carreras. El verano se ha dado bien pero ahora llega la hora de la verdad. En noviembre y febrero esperan los dos grandes objetivos de la temporada. Ya daré mas detalles.<br />Y por último la parte negativa, lo de siempre, el trabajo. Hay rumores de que la empresa prepara un ERE para este otoño, el tercero en un año. Creo que estamos tratando de batir un record. Ellos lo niegan, por supuesto, pero también negaron los dos anteriores así que su <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">credibilidad</span> está seriamente tocada.</div><div style="TEXT-ALIGN: justify"> </div><div style="TEXT-ALIGN: justify">Con todo esto creo que tengo temas para unas cuantas entradas.<br /><br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-4604193472494551522009-08-20T11:00:00.000+02:002009-08-20T11:04:12.296+02:00Seven Waters<div style="text-align: justify;"><br />Que el corredor popular es un ser con claras tendencias masoquistas es una verdad irrefutable, sin lugar a dudas. Cuando alguno, metido hasta las trancas en la vorágine atlética, empieza a dominar las distancias cortas siempre piensa en ir aumentando el kilometraje. Por supuesto, la última parada, el final de trayecto, es el maratón. ¿Si se puede sufrir durante más de tres horas, o cuatro, porque hacerlo menos?<br /><br />Otra prueba confirmatoria de esta teoría se da en el Gran Fondo Internacional de Siete Aguas. En la Comunidad Valenciana menudean, a lo largo del verano, las carreras populares. La mayoría de ellas se desarrollan en distancias de 8 kms, aproximadamente, en circuitos llanos. El 90% de las poblaciones de la comunidad son llanas. Sin embargo, para la mayoría de los corredores el gran objetivo del verano está en Siete Aguas. Allí se desarrolla una carrera de algo más de 15 km en un circuito inhumano de subidas y bajadas con pendientes de hasta el 24% de desnivel y acompañado, habitualmente, de un insoportable calor. Creo que Dante trató de reflejarlo en la Divina Comedia pero al final lo desechó por ser demasiado cruel.<br /><br />Con todas estas consideraciones previas resulta obvio que no pudimos desoír la llamada de la Naturaleza y acudimos a nuestra cita anual, una de ellas, con el sufrimiento y el dolor. ¡Qué divertido es esto de correr!<br /><br />Muchos menos Climaturios que otros años en la linea de salida esta edición. En anteriores citas habíamos llegado a presentar equipos de entre 10 y 12 representantes, pero esta vez la cosa quedó en 6 valientes.<br />Acudimos desde la costa el máquina Gustavo y un servidor. Mi objetivo, bajar de 1:15. El suyo, salir a rodar a tope pero tranquilo. Lo de "a tope pero tranquilo" no se si definirlo como un oximoron, una incongruencia o una vacilada. Lo dejo al gusto del consumidor. Una vez en Siete Aguas nos encontramos con Vicente y Ramón, que llevaban similar objetivo que Gustavo, Ignacio, con el mismo que yo y Jose Mª, sin objetivos conocidos.<br />Tras la recogida de dorsales y el calentamiento y oraciones oportunas nos pusimos en posición para la salida. El problema de acudir a estas citas con la élite del equipo es que te hacen estar en linea de salida 15 minutos antes para coger sitio. Eso sí, lo cogimos.<br />Pistoletazo y para allá que nos vamos. La carrera, como ya he dicho, es una sucesión constante de subidas brutales, que te machacan las piernas, y bajadas alocadas que, por increíble que parezca, son igual de dolorosas, o más, que las subidas. Particularmente empecé la carrera con buen ritmo, encontrándome bastante cómodo hasta el km 9 aproximadamente. Ahí empecé a sentirme muy justo de fuerzas y me dediqué a conservar el margen de tiempo que había ganado sobre mi objetivo. Al final resultará que voy aprendiendo y ya no corro como un pollo sin cabeza.<br />Finalmente llegué a meta con un tiempo de 1:13:30, cumpliendo así con mi objetivo. El resto del equipo también cumplió así que todos nos fuimos a casa, como se suele decir, cansados pero contentos.<br /><br />Ahora podría decir que la carrera es tan dura que no pienso volver pero sería una tontería. Salvo sorpresa mayúscula allí estaré el año que viene en la linea de salida, mirando de reojo a la subida de la urbanización, y preguntándome, como cada año, ¿Quien me manda a mi meterme en estos líos?.<br /><br />PD: La jornada nos trajo la feliz noticia del podio conseguido por un impenitente climaturio en un pueblecito de Cuenca. Enhorabuena a los premiados. Espero que nos cuentes qué se ve desde ahí arriba.<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-55100461138561867092009-08-12T17:02:00.003+02:002009-08-12T17:27:20.119+02:00Apretando<div style="text-align: justify;"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Enric</span> era mi vecino. Pared con pared, como se suele decir. Tenía parálisis cerebral y <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">vivía</span> anclado a una silla de ruedas desde que nació, hace 13 años. El pasado 1 de agosto <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Enric</span> murió. Desconozco las causas exactas pero asumo que su enfermedad tenía consecuencias aparte de las obviamente visibles.<br />Me enteré una semana tarde. Me encontré por casualidad con su madre que me lo dijo. Estaba entera, pero su cara reflejaba las lágrimas que había derramado. Hace apenas un año no habría sido capaz más que de tratar de imaginar el dolor que siente. Ahora puedo imaginarme en su lugar y, solo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">haciéndolo</span>, siento un tremendo vacío en el estomago.<br />Me preguntó por mi hijas y yo, que en cualquier otro momento hubiera ejercido de orgulloso padre mostrando fotos y explicando avances, sorteé la cuestión con rapidez casi avergonzado de mostrarle mi felicidad en estos momentos de dolor para ella.<br />Al menos un consuelo dijo tener, si así se puede considerar. Se sentía <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">reconfortada</span> de saber que su hijo se iba a reunir, allá donde fuera, con su padre y su hermana. Yo conocía su condición de viuda pero no que ya hubiera perdido una hija con anterioridad. En apenas 40 años ella ha pasado más momentos dolorosos que muchos en toda una vida.<br />Dice la sabiduría popular creyente que Dios aprieta pero no ahoga. Me inclino por pensar, parafraseando al <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_5">dúo</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Gomaespuma</span> que Dios, cuando aprieta, ahoga pero <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">bien</span>.<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-20361585712673703252009-07-03T10:21:00.002+02:002009-07-03T11:03:00.972+02:00¡Vacaciones!<div style="text-align: justify;"><br />Imagina que estás corriendo un maratón. Para los que lo hayan corrido alguna vez no será difícil rememorar las sensaciones, los que no lo hayan hecho nunca pueden imaginar cualquier cosa con tal de que resulte extenuante y agónico. Imagínate corriendo, decía. Vas llegando al kilómetro 38, o eso crees. Estás muerto, hundido, deshidratado, el tío del mazo te ha dado bien y cada paso es un suplicio. Solo te consuela la proximidad de la meta, el fin de la tortura. A lo lejos ves el cartel que indica el punto kilométrico. Te vas acercando intentando fijar la vista en los números, cuestión difícil ya que el cansancio y el sudor que cae por tu frente lo impiden. Por fin fijas la mirada y, ¡horror!, no es el 38 sino el 36. Te quieres morir, pero de verdad. Esta es la sensación que busco explicar y no se me ha ocurrido mejor forma.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta semana he estado a punto de tener que retrasar mis vacaciones 15 días. No parece mucho, pero cuando llegas a este punto tan hastiado del trabajo, y de todo lo que lo rodea, cualquier prorroga parece un mundo. Finalmente la sangre no ha llegado al rió y me voy de vacaciones, hoy mismo. Como se dice vulgarmente: me huele el culo a playa.<br /></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><br /></div>Serán solo dos semanas pero qué ganas tengo de que empiecen. Van a ser 15 días de cuidado de gemelas en sesión continua y solo. Miedo me da. Siempre queda la opción de apretar el botón del pánico y esperar que mi suegra venga al rescate. Espero que no haga falta.<br />También habrá tiempo de entrenar un poquito, a horas intempestivas, incluyendo un entrenamiento/cena con todo el equipo en La Vallesa. Incluso puede que, si logro cuadrar los horarios, me anime a correr alguna carrerita popular.<br /><br />No estaré en casa estos días y no pienso aproximarme a un radio de 25 km de la oficina así que, por falta de conexión, este blog quedará abandonado un par de semanas. No creo que pueda ni siquiera contestar los miles de comentarios que, sin duda, esta entrada generará. No obstante podéis pasaros por aquí cuando queráis a comprobar que todo sigue bien y, si os apetece, regarme las plantas y recogerme el correo.<br /><br /><div style="text-align: justify;">Para los que, como yo, empiezan sus vacaciones: enhorabuena y disfrutad. Para los que aún tendrán que esperar: paciencia, todo llega.<br /></div><br />Nos vemos a la vuelta cuando, seguramente, os hablaré del Dúo Dinámico.<br /><br /><div style="text-align: justify;">Para terminar, y sin que venga a cuento, me gustaría contaros que esta mañana he salido a correr, tempranito, por las afueras de mi ciudad, entre casas de campo y naranjos. Habré estado cerca de una hora y, por primera vez en una larga temporada, no he tenido ninguna molestia en el pie. Era tan pronto que, cuando llevaba cerca de veinte minutos corriendo, he visto amanecer. Debo decir, aun a riesgo de contradecir lo que expuse <a href="http://elquintogoonie.blogspot.com/2009/04/la-gloria-del-867.html">aquí </a>una vez, que hay días en los que salir, simplemente, a correr por correr es una puta gozada.<br /></div></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-53520017013488374192009-06-23T13:28:00.002+02:002009-06-23T13:47:47.482+02:00La guerra de papá<div style="text-align: justify;">El pasado domingo fue mi sexto aniversario de boda. Debería decir nuestro sexto aniversario de boda porque uno, de momento, no puede casarse solo. Resumiendo mucho diré que han sido cinco años y medio muy buenos con unos últimos seis meses <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">exultantes</span>. Duros pero increíbles.<br /><br />Para conmemorar tan grato evento mi señora ha tenido a bien regalarme un bonito reloj, elegido por ella en persona, y servidor le ha correspondido con un elegante bolso elegido, por supuesto, por ella en persona. Así no hay error posible.<br /><br />Hoy quiero centrarme en el reloj. Tengo bastante debilidad por ellos. Hasta donde me alcanza la memoria me recuerdo llevando o queriendo llevar uno. Y, ya en la actualidad, tengo varios, tanto digitales como analógicos, cuidadosamente guardados en sus cajas esperando el momento de ser utilizados. Lo curioso del caso es que mi padre, al que se supone que debo parecerme, se ha vanagloriado toda su vida de no haber llevado jamás un reloj y, a pesar de ello, no haber llegado tarde nunca. Puedo dar fe de lo primero y lo segundo, por falta de testimonios en contra, lo daremos por bueno.<br /><br />Tirando de este hilo voy a filosofar: ¿Elegimos en qué vamos a parecernos a nuestros padres y en qué nos diferenciaremos? ¿Tomamos algunas decisiones en nuestra vida no ya por no parecernos sino, incluso, por diferenciarnos de ellos? ¿Que copiarán de nosotros nuestros hijos?. Quien quiera que conteste.<br />En mi opinión elegimos en qué nos diferenciaremos, por ser ésta una actitud consciente, pero no en qué nos pareceremos. Al cabo de los años te sorprendes a ti mismo repitiendo gestos o actitudes de tu padre y no queda mas remedio que sonreír ante lo inevitable.<br />La segunda pregunta es más compleja. A veces por tratar de no repetir errores ajenos cometemos otros mayores. Un padre (y una madre) es como un ser superior a ojos de un hijo, como Florentino <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Pérez</span> pero sin traje ni dinero. Probablemente uno de los días más triste en nuestra vida fue aquel en el que descubrimos que nuestros padres no eran perfectos, no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">tenían</span> respuesta para todo ni fuerza infinita. Otro día gris será aquel en el cual nuestros hijos hagan el mismo descubrimiento.<br />La tercera pregunta, por suerte o por desgracia, no tiene respuesta.<br /><br />De momento puedo decir que he heredado de mi padre a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Serrat</span> y Sabina, aunque he desechado la Zarzuela. Me he quedado con la afición por el deporte aunque en lugar de verlo en el sofá prefiero practicarlo. Por supuesto, me he negado al tabaco. Tenemos similares conceptos de la política y la religión aunque él es bastante mas vehemente que yo defendiéndolos. Y creo que, por encima de todo, he heredado una visión positiva de la vida que con lo que nos ha llovido, sobretodo a él, no es poco.<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-321967277379902772009-06-21T23:24:00.002+02:002009-06-21T23:42:03.486+02:00Estaba de parranda<div align="justify"><span style="font-size:78%;">(Iba a titularlo "No estaba muerto" pero me pareció excesivo)</span></div><div align="justify"><span style="font-size:78%;"></span> </div><div align="justify">Es curioso esto del blog. Cuanto más escribes, más ganas tienes de escribir, más ideas te surgen. Al contrario sucede igual. Si desconectas durante unos días los temas se alejan, las ideas desaparecen y las ganas se esfuman. Tal vez sea algo generalizado o, tal vez, un efecto de mi personalidad inconstante. En cualquier caso nadie puede decir que no <a href="http://elquintogoonie.blogspot.com/2009/03/empezemos-por-el-principio.html">estaba advertido</a>.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Por unas causas o por otras me he tirado cerca de veinte días sin actualizar y si al final lo he hecho ha sido con gran esfuerzo por mi parte. No pidáis, además, originalidad y frescura en la entrada.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Durante este tiempo han sido diversas las situaciones y experiencias que, en otro momento, hubieran merecido una entrada pero, al final, las he dejado perder. No hace mucho he sido amenazado, junto al resto de mis compañeros de trabajo, por un internauta anónimo que, posteriormente, cumplió su amenaza. También durante estos días he leído un magnifico libro que me tuvo totalmente desasosegado durante días y que ahora, una vez concluido, no logro quitarme de la cabeza. Pienso recuperar estos y otros temas durante las dos próximas semanas, que se preven frenéticas, para posteriormente disfrutar de unas muy merecidas vacaciones, blog incluido.</div><div align="justify"> </div><div align="justify">Se me ocurre, así sobre la marcha y para terminar, que tal vez sea astenia primaveral esto que me pasa. Si no fuera porque estamos ya en verano la explicación sería cojonuda.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-19799246930737643442009-06-04T09:36:00.001+02:002009-06-04T09:39:31.742+02:00Angeles y Demonios<div style="text-align: justify;">Hace días que vengo pensando en escribir una entrada sobre Florentino Pérez pero, la verdad, no me apetece nada. Bueno, más que no apetecerme me da una terrible pereza.<br /><br />No tenía yo muchas ganas de que volviera a ser presidente del Real Madrid, segundas partes nunca fueron buenas, pero mucho menos de que la elección fuera así, sin oposición, entre la aclamación de sus fieles discípulos y la adulación hasta la nausea de la prensa, tanto la deportiva como la generalista. No tengo claro si hemos asistido a una elección o a un advenimiento.<br /><br />Y a pesar de todo no voy a empezar a criticarlo. Aun no. Le daré los cien días de rigor que como, además, coinciden con el periodo de fichajes servirán para ver qué jugadores nos trae. Lo único que no creo que pueda soportar es que fiche al impresentable de Cristiano Ronaldo. Con semejante niñato malcriado va a ser normal que nos sigan odiando en todos los campos de primera división. Esperemos que haya aprendido de los errores del pasado. Ya iremos viendo.<br /><br />Hay otro aspecto del club que me preocupa mucho más. Mucho es poco, muchísimo más. Existe un ser oscuro, pérfido, maligno, haciendo tiempo para ser presidente del Real Madrid. De momento no cuenta con la antigüedad mínima necesaria como socio del club pero la alcanzará y, cuando lo haga, se lanzará a por la poltrona. Si, llegado ese día, él logra su objetivo, yo me borro. Juro por Dios que me borro.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-25776813822397129912009-06-02T16:38:00.002+02:002009-06-02T17:07:49.616+02:00El valor de una misa<div style="text-align: justify;">Anda el personal revuelto con la eliminación de Rafa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Nadal</span> en <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Roland</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Garros</span>. Nadie en su sano juicio hubiera pensado que le iba a mandar para casa un sueco en octavos de final, pero así ha sido y tiempo y expertos habrá que expliquen mejor que yo las causas y consecuencias de la debacle parisina. Por mi parte solo puedo decir que me sabe mal. El chico me cae bien y hubiera preferido que ganara pero como no creo que el tema le quite el sueño, más <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">allá</span> de un par de días, pues a mi tampoco.<br />Lo que parece que coleará durante un poco más <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">de</span> tiempo es la actitud que han tomado los franceses hacia él. Por lo visto a nuestros queridos vecinos empezaba a tocarles la moral que un español ganara cinco veces seguidas su torneo, más teniendo en cuenta que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">eran</span> sus cinco primeras participaciones, y se encargaron de mostrar, sin disimulos, su ánimo incondicional al rival de Rafa y su alegría cuando se consumó la derrota.<br />Ejerceré, por un momento, de abogado del diablo para decir que, por <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">un lado</span>, no creo que todos los franceses desearan la derrota de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Nadal</span> y, por otro que tampoco creo que todos los presentes en las gradas fueran franceses. Supongo, además, que algo de intento de apoyo al <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">débil</span> habrá habido. Supongo.<br />Tras este paréntesis, leña al mono.<br />No hablaré como experto porque solo he estado una vez en <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_9">París</span> pero en el fondo, y desde mi humilde experiencia, no me extraña para nada la actitud de, pongamos por ser generosos, una parte del público francés.<br />Anduvimos por allí mi mujer y yo hará justo un año, se estaba celebrando la segunda semana de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Roland</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Garros</span> en aquellos momentos. Debo decir que, como ciudad, París es, sin duda, la más hermosa de las capitales que he visitado. Me falta visitar muchas, Londres entre otras, pero dudo que ninguna la supere. Cualquier calle, plaza, parque o avenida tiene algo que las hace inconfundible, algo que hace que dar un simple paseo sea una experiencia única. Todo eso sin contar con <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_12">que desde</span> casi cualquier punto de la ciudad puedes admirar la grandiosa Torre <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Eiffel</span>. Si cabe la posibilidad de que una persona se enamore de un objeto, reconozco que a mi me sucedió con ella.<br />Pero claro, nadie es perfecto. <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_14">París</span> tiene un único pero gran defecto: los parisinos. <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_15">Parece</span> mentira que una ciudad que recibe al año a millones de turistas esté tan poco interesada en atenderlos correcta y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">educadamente</span>.<br />En nuestro caso particular tuvimos algunos problemillas con el idioma. Uno puede llegar a entender que un camarero de hotel solo hable francés, a pesar de que en el hotel, y a groso modo, podía haber gente de cinco o seis nacionalidades diferentes. Pero bueno si no sabe, no sabe, ¿que se le va a hacer?. También puedes entender que el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">recepcionista</span> hable solo inglés además del <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_18">francés</span>. Vale, es el idioma universal y como nos defendemos medianamente bien pues no pasa nada. El problema viene cuando, tras pasarte seis día hablando con el tipo en ingles, afrancesado el suyo y españolizado el nuestro, el tipo se despide de ti el último día en perfecto castellano. Vamos, que te da por pensar que, o bien su padre, o bien alguno de los señores que se tiraban a su madre, provenía de este lado de los Pirineos.<br />No os contaré nada del transporte aeropuerto-hotel-aeropuerto porque merece una entrada <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">ad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_20">hoc</span>.<br />Dicho todo lo anterior reitero, una vez más, mi admiración por la ciudad de París y me reafirmo en mi idea de volver en cuanto pueda e, incluso, si se diera la ocasión, irme para allá a vivir y convertirme en un parisino más. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">Chovinista</span>, malcarado y cabrón.<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-19546873924830695172009-05-27T22:54:00.006+02:002009-05-29T09:12:45.475+02:00Aquellos maravillosos años<div align="justify"></div><div align="justify">Recuperaré hoy un <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">episodio</span> de mi infancia convencido de que los hechos que reflejaré han prescrito. Si no fuera así os ruego encarecidamente, querido público, que no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_1">aviséis</span> a la policía.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Debía correr, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">aproximadamente</span>, el año 1988 y yo contaría con 11 o 12 años. Por <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">aquel</span> entonces solía participar los sábados por la mañana, con mis compañeros del colegio, en una liga local de <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">fútbol</span> sala y tras los partidos nos dedicábamos a vagabundear por el pueblo hasta la hora de la comida.</div><br /><div align="justify">Uno de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">nuestros</span> objetivos preferidos era una casa abandonada, rodeada de naranjos, a la que llamábamos, en un alarde de originalidad, "La casa <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Monster</span>". Solíamos comer algunas naranjas y curioseábamos por el exterior de la casa.</div><br /><div align="justify"><span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">Un sábado</span> andábamos por allí <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Pablito</span> (nombre ficticio), <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Pedrito</span> (nombre real) y un servidor curioseando cuando nos dimos cuenta de que uno de los balcones del primer piso estaba abierto y que, justo bajo él, había un contenedor de escombros. En <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">nuestras</span> tiernas mentes aquello constituía una oportunidad única y la aprovechamos. Nos encaramamos al contenedor, trepamos como pudimos al balcón y nos colamos en la casa.</div><br /><div align="justify">Dentro, en el primer piso, nos encontramos con un panorama fascinante. El suelo estaba repleto de libros desparramados, libretas de colegio de muchísimos años <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">atrás</span> y cosas similares. Como tres <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">voyeurs</span> profesionales estuvimos largo rato cotilleando hasta que oímos llegar un coche y pusimos pies en polvorosa. El dueño de la casa casi nos pilla, y nos llevamos un susto tremendo. Nos separamos en la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_13">huida</span> y yo, particularmente, no paré de correr hasta llegar a casa.</div><br /><div align="justify">El lunes en el colegio comentamos la jugada. <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Pablito</span> hizo como yo y no paró hasta casa pero a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Pedrito</span>, que había perdido un zapato, le pilló el dueño:</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">- ¿Que te hizo?</div><br /><div align="justify">- Nada, me preguntó el nombre.</div><br /><div align="justify">- ¿Se lo dijiste?</div><br /><div align="justify">- No, me inventé uno.</div><br /><div align="justify">- Y, ¿ya está?</div><br /><div align="justify">- Si, ya está.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">La noticia corrió por el colegio, tuvimos nuestros cinco minutos de <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_16">gloria</span>, y quisimos repetir.<br /></div><div align="justify">El <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_17">sábado</span> siguiente volvimos allí <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">Manolito</span> (otro nombre inventado) y yo. El balcón estaba cerrado pero pensamos que podríamos forzarlo así que trepamos hasta él. Nada más llegar arriba nos dimos cuenta de que el dueño estaba en la casa y que nos había visto. No era el mismo hombre de la semana anterior y nos gritó que <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_19">bajáramos</span> o llamaba a la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_20">policía</span>. Bajamos.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">- ¿Como os <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_21">llamáis</span>?</div><br /><div align="justify">- Yo soy <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_22">Manolito</span></div><br /><div align="justify">- ¿Y tú?</div><br /><div align="justify">- Yo soy <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">Garraty</span></div><br /><div align="justify">- !Coño <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">Garraty</span>¡. Tú eres el que pilló mi padre la semana pasada.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Me quedé pálido.</div><br /><div align="justify">Nos preguntó qué <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_25">hacíamos</span> allí y le dijimos que <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_26">habíamos</span> oído la historia de lo que escondía el primer piso de la casa. Nos dijo que allí no <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_27">había</span> nada. Nosotros, en un alarde de inteligencia, no le replicamos aunque <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_28">sabíamos</span> que mentía.</div><br /><div align="justify">Nos dijo que había llamado a la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_29">policía</span> y que no nos iba a dejar ir hasta que llegara. No recuerdo si llegamos a llorar, probablemente sí, el caso es que, tras casi una hora de "secuestro", se ablandó y nos dejó marchar.</div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Al lunes siguiente, como <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">comprenderéis</span>, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">Pedrito</span> y yo tuvimos unas palabras a la hora del recreo.</div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3633207941801122925.post-80359060384261585542009-05-24T23:04:00.002+02:002009-05-25T10:07:53.902+02:00El tendón de Brad Pitt<div style="text-align: justify;"><br />Aquiles fue un <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">héroe</span> de la mitología griega veloz, bello, gran luchador y, según algunas fuentes, algo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">modosito</span> (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Aquiles"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">wikipedia</span></a> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">dixit</span>). El 90% de la humanidad le ponemos a este señor un rostro claramente identificable, el de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Brad_Pitt"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">Brad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">Pitt</span></a>, así que yo, ahora, cada vez que me duele la parte posterior del tobillo, no me acuerdo de Aquiles, me acuerdo de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">Brad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">Pitt</span>.<br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">Ah</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Brad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">Pitt</span>, ese hombre, con esa <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Angelina_Jolie">mujer</a>, aunque a mí particularmente me gustaba más la <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Jennifer_Aniston">anterior</a>, y con esa jauría de niños, que parece un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">Borbón</span> por el ansia de procrear que tiene el tío. Menos mal que a los suyos no los mantenemos.<br />En fin, a lo que íbamos, que me he lesionado. No es una lesión propiamente en el tendón de Aquiles, más bien es en el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">flexor</span> del dedo gordo del pie. Lo que pasa es que el dolor se refleja en el otro tendón y, además, el <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">flexor</span> no daba para hacer una introducción con <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Brad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_15">Pitt</span>.<br />Según mi <a href="http://www.gasparpolo.com/"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_16">fisio</span></a> de cabecera, hombre cabal aunque <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_17">valencian</span>¡<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_18">sta</span>, la lesión no es grave y se cura con un poco de reposo, hielo y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_19">antiinflamatorios</span>. Probablemente tenga que cambiar también de zapatillas ya que las actuales, tal vez demasiado ligeras, pueden estar en la <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_20">raíz</span> del problema.<br />Afortunadamente he acudido a un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_21">fisio</span> y no a un médico, hace tiempo que dejé de ir para temas relacionados con correr. Me imagino <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_22">diciéndole</span> al señor doctor que me duele ligeramente el talón cuando corro mas de una hora a cierta velocidad e intuyo su respuesta: pues no corras. Vamos, lo <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_23">mismito</span> que le diría <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_24">Hipócrates</span> a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_25">Brad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_26">Pitt</span> si le viene con que le duele el hombro al levantar la espada. No luches, haz punto de cruz.<br />Con todo esto, aquí empiezan mis vacaciones atléticas. Descansaré unos días y espero poder empezar a rodar el <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_27">mes</span> que viene con vistas a llegar bien a Siete Aguas (este año en domingo) y a los objetivos del <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_28">próximo</span> otoño-invierno. Ya veremos.<br /><br />Para terminar, una duda: ¿Qué tendrá que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_29">dolerle</span> a <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_30">Brad</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_31">Pitt</span> para que se acuerde de mi?<br /></div>GARRATYhttp://www.blogger.com/profile/01489546179489900733noreply@blogger.com3