Recordar cosas que sucedieron hace mas de veinte años me hace sentir mayor, muy mayor, pero hoy toca, así que allá voy.
Debía tener yo 11 ó 12 años cuando mi madre me envió a comprar el pan y leche un sábado por la mañana. Compré el pan y al salir de la panadería me di cuenta de que caminaba unos pasos por detrás de un gitanillo de bastante mala fama que había en mi pueblo. El "cochinón" le llamábamos. Decidí cambiar de ruta para llegar hasta la tienda donde compraba la leche y así creí despistarle. Grave error. A la salida de esta tienda me lo encontré esperándome. No sé si me había visto intentando despistarle o fue casualidad pero allí estaba.
Tras arrinconarme contra una pared me pidió amablemente 100 pesetas, se las dí, luego otras 100, también se las dí y se fue.
Pero esto no es de lo que yo quería hablar. Esto solo ha sido un prologo. Vamos con el tema.
En el pasado debate sobre el estado de la Nación el presidente Zapatero se sacó de la manga, a modo de golpe de efecto, el anunció de que para este curso escolar que empieza todos los niños de 5º de primaria tendrían un ordenador portátil con el que seguir las clases y que también utilizarían para hacer los deberes en casa.
Parece que no va a poder ser, al menos para el principio de curso, así que ya tenemos al ministro de turno inventando excusas y al portavoz del PP aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid para meterle caña al gobierno.
No me gusta meterme con el señor Zapatero. Me cae bien y pienso que, de todo el catalogo de políticos ineptos que tenemos a disposición en este jodido país, es el presidente de gobierno menos malo que podemos elegir. Es triste pero es así, en mi opinión. No me gusta meterme con él, decía, pero voy a hacerlo.
No estoy en contra de que se informaticen las aulas. Los tiempos cambian y hay que adaptarse aunque estoy seguro de que la mayoría de niños de 5º de primaria saben mas informática que yo y que el profesor que les manden. También estoy seguro de que el 75% de estos niños disponen en sus casas de un ordenador y de conexión a Internet. Para los que no lo tengan seguro que podemos inventar una ayuda para que lo compren, hoy en día hay ayudas para casi todo. Por otro lado echo en falta un plan serio de fomento de la lectura en esas edades pero no es ninguna de estas cosas la que más me preocupa.
A mi lo que me rechina de todo este asunto es el trajín de niños de 10 años con un ordenador portátil en la mochila. ¿Acaso no se dan cuenta de que anunciar a bombo y platillo el tema de los portátiles es como pintarles a estos niños una diana en la cara? ¿De verdad no han pensado en ello? Todos los raterillos de España van a estar acechando tras las esquinas, cual lobo de Caperucita, para hacerse con uno.
Ya es bastante duro crecer en algunos sitios como para que venga a echarte una mano el señor Zapatero.
O a lo mejor no. A lo mejor yo tengo un trauma de infancia que me ciega y que me hace exagerar. Eso espero.
Por último, cambiando de tema, y ya que me he metido hasta el cuello en el fango de la política lanzaré una pregunta al aire aún a riesgo de que pueda parecer malintencionada o sectaria: ¿Como hacen el señor Esteban González Pons y Mª Dolores de Cospedal para que no se les caiga la cara de vergüenza cada vez que hablan de la clase media y las ayudas a los parados?